Profesionales
Los trabajadores de oficina tienen un trabajo sujeto a limitaciones físicas, organizativas y relacionales que pueden generar riesgos cuando estas situaciones peligrosas no son objeto de medidas adecuadas de concienciación y prevención, lo que suele ocurrir.
En un puesto sedentario, sometido a diversas fuentes de ruido (uso intensivo del teléfono, etc.), a las limitaciones visuales del trabajo en pantalla, a la productividad, al control y a las agresiones verbales de terceros, en locales confinados y congestionados, el trabajador de oficina está expuesto principalmente a los riesgos de trastornos visuales, auditivos y musculoesqueléticos, al estrés y al sufrimiento mental (acoso, etc.), a las caídas y a las lesiones leves, y al riesgo de epidemia.
Las opciones organizativas adaptadas (estilo de dirección y ritmo de trabajo), las disposiciones ergonómicas e higiénicas (climatización, puestos de trabajo y locales), la formación en gestión de la carga de trabajo y de las emociones, las posturas en la oficina y el trabajo en pantalla, etc., permiten prevenir los riesgos laborales del personal de oficina.