No espere a que llegue el invierno para pensar en renovar su sistema de calefacción. El otoño es el momento ideal para programar este tipo de trabajos, de modo que pueda aprovechar el equipo en cuanto llegue el frío. ¿Por qué no probar una estufa de leña?
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¿Por qué optar por este tipo de calefacción?
En un momento en el que los combustibles fósiles se están agotando y sus precios seguirán sin duda disparándose en los próximos años, la estufa de leña es una alternativa muy interesante a la calefacción con gas, petróleo o propano. En efecto, dado que la madera es generalmente un 30% más barata que otros combustibles, este equipo le permitirá ahorrar considerablemente en su factura de calefacción.
Pero optar por una estufa de leña significa también reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que es sinónimo de protección del medio ambiente. Además, como la leña es un recurso ecológico y renovable, simplemente estará participando en el desarrollo sostenible de su región.
Criterios de selección
Hay dos criterios principales a tener en cuenta a la hora de comprar una estufa de leña. En primer lugar, la eficiencia, que es la cantidad de calor emitida por el aparato en una habitación en relación con el volumen de combustible utilizado por el aparato. Lo ideal sería encontrar un equipo que consuma muy poca leña pero que produzca mucho calor. Para ello, debes orientar tu elección hacia los modelos etiquetados como de llama verde porque ofrecen un rendimiento muy interesante generalmente superior al 70%.
El segundo criterio a tener en cuenta es la potencia del aparato, que definirá la capacidad de calentamiento de la estufa de leña. Cuanto más grande sea la habitación a calentar, más potente debe ser el modelo. Para una casa bien aislada, una estufa de leña de 11kw será más que suficiente para calentar una superficie de 100 metros cuadrados.
Los diferentes modelos
Una vez que la potencia y la eficiencia están finalmente definidas, ahora tiene que encontrar el tipo de estufa de leña que más le convenga. También en este caso, la oferta es amplia y diversa y lo principal es encontrar el modelo que ofrezca una muy buena relación calidad/precio.
Por lo tanto, si piensa utilizar sobre todo troncos, prefiera las estufas de leña tradicionales, que además son las más baratas del mercado. Por el contrario, los que se centran en el rendimiento se verán tentados por una estufa de mampostería que ofrece una eficiencia de hasta el 80%. Por último, la gran tendencia actualmente son las estufas de pellets por su lado muy práctico.
¿Cuándo es el mejor momento para comprar una estufa de leña?
La estufa de leña puede instalarse durante todo el año. El trabajo se realiza principalmente en interiores y no depende del clima.
Fácil de instalar, este método de calefacción representa una verdadera alternativa ecológica y económica a la energía tradicional. Sin embargo, es aconsejable estudiar detenidamente la configuración de la habitación para saber qué estufa de leña elegir y cómo instalarla respetando las limitaciones y normas de instalación.
¿Qué tipo de estufa de leña debo elegir?
La estufa de leña
La estufa de leña puede calentar rápidamente una habitación y se reserva para un uso ocasional como complemento de la calefacción. Es de acero o hierro fundido y su rendimiento no supera el 50% del calor restituido. Su autonomía es limitada: no más de 6 horas.
La estufa de combustión mejorada
También llamada “estufa turbo”, la estufa con combustión mejorada permite optimizar la combustión del hogar en función de la necesidad de calefacción. Es una alternativa bastante económica al sistema de calefacción principal. Está equipado con una entrada de aire secundario regulable, orientada directamente al corazón de la chimenea, que permite regular la combustión y su rendimiento es del 60 al 70%.
Su modo de funcionamiento elimina el riesgo de acumulación de gas en la chimenea y limita los depósitos de hollín.
La estufa de leña de doble combustión
La particularidad de la estufa de doble combustión es recuperar el gas que se escapa cuando se consumen los troncos para utilizarlo como combustible. El poder energético de la madera proviene de dos fuentes: la masa de madera, pero sobre todo el gas que contiene la madera. De hecho, el 75% del poder energético de la madera procede del gas que contiene. Es, por tanto, una excelente inversión que combina rendimiento y respeto por el medio ambiente.
Su rendimiento es excelente, en torno al 80% con dos llamas diferentes en la chimenea: las vinculadas a los troncos y las otras vinculadas a la recuperación del gas para producir más calor. Por último, su índice de contaminación es bajo.
El calentador de mampostería
Un calentador de mampostería, también conocido como calentador de acumulación, permite almacenar rápidamente el calor producido por la combustión de la madera, liberarlo progresivamente según las necesidades regulándolo y difundirlo principalmente por radiación. Diseñado sobre la base de materiales con la propiedad de acumular calor (loza, ladrillos refractarios, roca volcánica, piedra…), ofrece una eficiencia del 70 al 85%.
Una de sus bazas es su importante autonomía (hasta 20 horas para los mejores dispositivos) pero para ello es necesario cargar la estufa de 1 a 3 veces al día.
La estufa de pellets
La estufa de pellets se diferencia de las anteriores por la forma del combustible utilizado y por las prestaciones obtenidas. Puede utilizarse como sistema de calefacción principal. En este tipo de estufa, los pellets de madera sustituyen a los troncos. Ofrecen una combustión de muy buena calidad (muy poco contaminante) y son fáciles de almacenar. Compuesto por un depósito para verter los pellets, está equipado con un sistema de suministro automático y un ajuste de termostato para la autorregulación. Su eficiencia, superior al 80%, suele ser superior a la de otras estufas de leña.
Nota: también hay estufas de pellets y de leña, llamadas mixtas.
Con una importante autonomía que va de 1 a 5 días (para las mayores capacidades) es un interesante criterio de elección. Dependiendo del tamaño del depósito, hay que rellenarlo más o menos a menudo.
Otro punto importante: su índice de contaminación casi nulo.
La estufa híbrida
Si la estufa de pellets ofrece un rendimiento superior al de la estufa de leña, se le puede criticar su falta de encanto: aquí no hay fuego crepitante ni olor a leña calentada.
Por ello, existe un tipo de estufa de leña denominada “estufa híbrida” que combina las ventajas de ambos modelos. Permite combinar ambos usos, con pellets que se pueden utilizar durante las ausencias (ya que la estufa de pellets es autosuficiente) y troncos que se utilizan por la noche para disfrutar del confort de un fuego real.
La estufa incorporada
La estufa empotrada está integrada en la pared para dar un aspecto definitivamente contemporáneo. Al no requerir espacio en el suelo, también ahorra espacio y es discreto en su sala de estar.